La gobernanza: la clave para una gestión eficiente de los activos carreteros
La gobernanza: la clave para una gestión eficiente de los activos carreteros
En las últimas entradas, hemos hablado de la importancia del mantenimiento integral de carreteras, la gestión de activos y la necesidad de profesionalizar el sector. Sin embargo, hay un factor transversal sin el cual todo esto es imposible de lograr: una buena gobernanza.
La gobernanza en infraestructura va más allá de simples decisiones administrativas; implica crear marcos claros de responsabilidad, transparencia, eficiencia y rendición de cuentas para garantizar que las carreteras sean gestionadas de manera sostenible y eficiente.
En este blog, exploraremos por qué la gobernanza es la piedra angular de la gestión de activos carreteros y cómo podemos mejorarla.
¿Qué entendemos por buena gobernanza en infraestructura?
La gobernanza se refiere a cómo se toman y ejecutan las decisiones relacionadas con el ciclo de vida de las carreteras:
- Planeación: Definir prioridades y asignar presupuestos de forma estratégica.
- Ejecución: Implementar las intervenciones necesarias con transparencia y eficiencia.
- Monitoreo y evaluación: Dar seguimiento a los resultados para mejorar la toma de decisiones.
- Participación: Involucrar a los actores públicos, privados y la ciudadanía en la gestión de los activos.
¿Por qué es necesaria una buena gobernanza?
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Asignación eficiente de recursos:
Una gobernanza sólida asegura que los fondos se asignen a las áreas que realmente lo necesitan. Evita que los recursos se pierdan en obras mal planificadas o que se privilegien intereses políticos por encima de las necesidades técnicas.Ejemplo: Priorizar el mantenimiento preventivo sobre las reconstrucciones urgentes ahorra recursos a largo plazo.
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Transparencia y lucha contra la corrupción:
La corrupción en la gestión de carreteras es uno de los mayores obstáculos para una infraestructura funcional. Una buena gobernanza establece mecanismos de auditoría, control y rendición de cuentas que garantizan que cada peso invertido se traduzca en resultados.Herramienta clave: Publicación de contratos, costos de mantenimiento y avances de obra en plataformas abiertas.
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Definición clara de responsabilidades:
Como hemos mencionado, no todas las carreteras son iguales:- Carreteras federales → Gobierno central.
- Carreteras de cuota → Concesionarios privados.
- Red estatal y local → Gobiernos regionales o municipales.
Una buena gobernanza establece roles claros y facilita la coordinación entre estos actores, evitando el abandono de ciertos activos por falta de responsabilidad.
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Monitoreo con datos y tecnología:
La gobernanza moderna debe basarse en evidencia y tecnología, utilizando herramientas como:- Sistemas de información geográfica (GIS).
- Monitoreo con drones y sensores.
- Indicadores de desempeño para evaluar la condición de la red y el cumplimiento de objetivos.
Ejemplo: Si se monitorea en tiempo real el estado de los drenajes y pavimentos, es posible actuar antes de que se produzcan fallas mayores.
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Participación ciudadana:
Las carreteras son para los ciudadanos, por lo que ellos también deben involucrarse en su gestión:- Reportar daños o problemas en la infraestructura.
- Supervisar el cumplimiento de las obras.
- Participar en procesos de consulta para definir prioridades.
¿Cómo podemos mejorar la gobernanza?
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Crear marcos regulatorios sólidos:
- Definir leyes y normas claras que guíen la gestión de activos carreteros.
- Establecer indicadores de calidad y desempeño para cada nivel de gobierno.
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Fortalecer las instituciones responsables:
- Capacitar a los equipos técnicos y administrativos en buenas prácticas de gestión.
- Crear unidades especializadas en gestión de activos con autonomía y recursos suficientes.
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Fomentar la transparencia:
- Desarrollar plataformas abiertas donde se publiquen presupuestos, licitaciones y resultados.
- Implementar mecanismos independientes de auditoría y control.
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Adoptar la tecnología:
- Invertir en herramientas digitales para el monitoreo y planeación.
- Utilizar modelos predictivos para anticipar necesidades y asignar recursos eficientemente.
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Promover la colaboración público-privada:
- Generar esquemas de concesiones y Asociaciones Público-Privadas (APP) que aseguren la calidad del servicio.
- Garantizar que los contratos incluyan obligaciones claras de mantenimiento y monitoreo.
Conclusión: La gobernanza como eje de la infraestructura vial
Sin una buena gobernanza, todos los esfuerzos en mantenimiento, gestión de activos y profesionalización del sector carecen de sentido. La gobernanza es el puente que conecta los recursos con los resultados, asegurando que nuestras carreteras sean seguras, eficientes y sostenibles.
Para lograrlo, necesitamos instituciones fuertes, responsables y transparentes, que actúen con base en datos, prioricen las necesidades reales y trabajen en coordinación con todos los actores involucrados.
Reflexión final: La carretera no es solo un camino; es una herramienta de desarrollo social y económico. Pero sin una buena gobernanza, nos arriesgamos a perder no solo infraestructura, sino también oportunidades de progreso.
¿Qué opinas? ¿Has notado cómo la falta de gobernanza afecta las carreteras en tu región? ¡Te invito a compartir tus ideas y experiencias en los comentarios!
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